martes, 6 de mayo de 2014

EL ARTE DE HABLAR EN RADIO
ENTRE LO LOCAL Y LO GLOBAL
La radio popular surge, en sus inicios como un proyecto de desarrollo colectivo  y reivindicación social,  de un involucramiento con la ciudadanía que en ese entonces se veía  asediado por un enmarcado contexto sociopolítico y económico de los años setenta. La radio popular en un primer momento nace como una radio educativa con la intención de generar la alfabetización y la educación a distancia a todos aquellos sectores en donde ni siquiera  el gobierno puede adentrarse pero esta situación cambia en cuanto la radio descubre una necesidad mucho mayor la de transformación a los pueblos más olvidados. Los sectores más pobres y marginados del campo y de los barrios de las ciudades, campesinos, mineros, fabriles, indígenas, empleados, gente de los barrios, amas de casa, jóvenes, migrantes...de aquella época encontraron en la radio un canal de difusión, en donde podían expresar sus reclamos en contra del mediocre sistema del estado que por entonces gobernaba. Un medio en donde su participación contaba, sus palabras eran  escuchadas  y esta vez sin temor a ser rechazados, pues se sentían respaldados con ellos mismos como ciudadanos y con la radio.

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Y es que la radio no era simplemente aquella mágica cajita parlanchina a la que todos querían escuchar, era mucho más, pues la población la sentía parte de ella, vivía pendiente de sus necesidades, convivía en su día a día (en la casa, en el trabajo, con los hombres de campo, con todos), ella no excluía a nadie, cada individuo tenía la oportunidad de expresar sus sentimientos, sus alegrías, sus tristezas , el malestar causado tal vez por no contar con luz para que sus hijos realicen su tarea escolar o la falta de agua para preparar el almuerzo, para su higiene personal  pero quienes siempre mantienen una sonrisa en el rostro para que el dolor se sienta menos como dicen ellos. El contacto de este medio con su público se establece básicamente a través del micrófono quienes acompañaban las fiestas patronales, los festivales populares, las movilizaciones, el aniversario de la asociación, la misa dominical desde el paraje remoto, las tomas, el baile en la calle. Los ancianos se entrevistaban en su casa y contaban cómo la juventud se enamoraba hace 50 años y las mujeres enseñaban las recetas al lado del fogón este abrió las puertas a nuevas oportunidades de cambio, en donde la ciudadanía tenía el poder, quienes piensan con la cabeza creando una opinión propia, quienes no se conformaron con una democracia representativa pero ejercían la  participativa, compartían su vida cotidiana y  construían una  'comunidad radiofónica' desde la comunidad humana. Años atrás las radios populares respaldaban únicamente a los sectores olvidados, a los más pobres, pero hoy quienes sufran un atropello a sus derechos como seres humanos o a quienes no se le brinde los beneficios correspondientes ya sean económicos políticos o sociales que la ley exige, ellos y ellas también pasan a formar parte de este grupo.
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Es aquí donde la radio descubre su razón de ser viendo a la comunicación como un camino de liberación y la búsqueda de una sociedad justa, con solidaridad y equidad; muchos suelen llamar a este concepto radial  como una utopía, pero no es así, es  más bien un sentido de proyección, del cual poco a poco a través de los años hemos ido adoptando y formándolo como parte nuestras vidas. Hoy nuestro mundo globalizado de nuevas tecnologías, nuevos conocimientos, de la implementación de los  “TLC”, los cuales abundaran y eliminaran las fronteras de los países formando una sola nación, consolidando la competencia y el libre mercado plantea un contexto distinto para la radio popular. Pero no todo lo que brilla es oro, y es que la globalización nos muestra un panorama asombroso pero al mismo tiempo desigual, todos hablan de los beneficios que nos otorga pero está demostrado que existe un 80% de la población que no podrá disfrutarlo y ¡oh sorpresa! son aquellos y aquellas que no cuentan ni siquiera con los servicios básicos, como dicen ellos no estarán invitados al banquete del consumo, no formaran parte del GRAN CAMBIO SOCIAL, pues no se les aviso a tiempo o mejor dicho se olvidaron. Evidentemente  la generación de la reciente tecnología traerá consigo la absoluta muestra de una sociedad jerarquizada, en donde las diferencias de vida entre el rico y el pobre serán tan abismales y a la vez execrables.
Para muchos en este milenio los sueños establecidos por la radio simplemente son nada más que  sueños, pero ¿Por qué amparar esta presunción? ¿Acaso la radio ha dejado de lado su necesidad de progresar? No, es más su sentido de proyección se mantiene intacto y consolidado puesto que este mundo es de mayores desafíos y de mejor manifiesto de la comunicación y de nuevos actores sociales los cuales se entienden por  toda instancia organizada cuyo propósito es la promoción de intereses sociales grupales, sectoriales o nacionales, la radio es un proyecto socio-político que se hace en alianza y muchas veces en co-producción con estos actores como el estado, la sociedad civil, la esfera política y los medios de comunicación quienes forman parte de este escenario político, económico, social, cultural, civil y hasta cosmopolita y de los distintos espacios de la comunidad. Pero a todo esto ¿Cómo ayudara la radio a nuestro mundo globalizado?, ¿Qué beneficios le ofrecerá este nuevo milenio a la radio y que beneficios le brindara esta al nuevo milenio?, es sabido que la globalización traerá consigo innovación tecnológica la cual aportara para brindar nuevos mecanismos de producción e implementación hacia las radios populares (edición digital, automatización, uso de Internet y del satélite) porque si no se crea la complementación entre estos nuevos conocimientos y los recursos humanos de las emisoras el camino hacia la ignorancia tecnológica estará a la orden del día. Es por ello que los radialistas deberán prepararse para asumir este gran reto y con esto también el termino de las fronteras; donde podremos interactuar local, nacional e  internacionalmente pues el tiempo y el espacio ya no serán barreras para la comunicación, en donde la interacción radial será mucho más practica pues no solo comprenderá nuestro consumo radial local sino al mismo tiempo se convertirá en global.
El poder de actuar globalmente que tendrán  las radios populares no significara que se olvidaran de su compromiso con la  comunidad regional, de sus  intereses y necesidades que les aquejan sino que se convertirá en una vía de múltiples soluciones, donde se  podrá compartir y debatir esta problemática en busca de un fin común, en una lucha por una mejor calidad de vida sin desigualdades, sin marginación, ni discriminación, como  lo mencione en líneas arriba formar una sola nación en base a una buena convivencia, en la renovación, la inculcación y permanencia de nuestros valores, aquellos que hoy son tan difíciles de encontrar con a una agua en un  pajar, que se están desapareciendo a medida de que el consumismo  ha ido en aumento, pues hoy hacemos lo que queremos, sin importarnos las consecuencias que nuestras acciones acarrearan pues es necesario vivir y el vivir esta justamente en disfrutar pero pese a todo esto siempre hay una luz al final del túnel y es nuestro proyección de cambio, tan lejana pero a la vez tan cerca; y  digo lejana porque no muchos querrán esta transformación pero también menciono cerca porque con responsabilidad y decoro lo podremos lograr, en donde todos resultemos ganadores pero eso sí, sin perder nuestra autonomía e identidad con nuestra nación. Porque la radio que descubra como jugar con un pie en lo local y otro en lo global, será la radio que sobreviva.   

Una de las propuestas para lograr sostener y mantener a la propuesta de la radio es a través de una articulación de redes de emisoras con las mismas expectativas de nosotros, que tengan el mismo objetivo para llevar a cabo nuestra misión. Un ejemplo es la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), quienes en el años 2001 realizaron una exhaustiva investigación a las diversas emisores de los países latinoamericanos quienes conforman ALER, realizando encuestas, sondeos, en los cuales se pueda verificar como estaban capacitadas las radios tanto económica, social, política, cultural, demográfica y tecnológicamente Y  si es que estaban habilitadas para enfrentarse e formar parte a este nuevo mundo de  lo desconocido y aunque los resultados no hayan los más favorables es necesario que todos entendamos que se requiere tiempo, esfuerzo, empeño,  dedicación y todos los demás adjetivos que queramos colocarle pero  para obtener y llevar a cabo nuestro objetivo es justo e imprescindible nuestro firme y fehaciente compromiso con nosotros mismos y nuestra ciudadanía en ejercer y difundir la oportunidad de ofrecer una mirada más amplia de la realidad y no una realidad a medias o maquillada, más democrática, más inclusiva. Estamos llamados a trabajar desde la esperanza que se encuentra en nuestra vida diaria. Esto es parte de nuestro proyecto de cambio: De estar rodeado por nuestra gente, de sentiros parte de ella. Para esto tenemos que promover experiencias humanizadoras desde las formas culturales propias de nuestra gente, a partir de nosotros mismos como sociedad.