LOS PRIMEROS VEINTE AÑOS DE LA RADIO EN EL PERÚ

La expectativa de la llegada de la radio al Perú mantenía a todos los peruanos en vilo, pues era el invento del siglo, el cual daría un cambio rotundo en la vida de todos, es por ello que la presentación se dio con bombos y platillos pero la emoción duraría poco, pues el precio para adquirirlo era costoso y muy aparte de la adquisición que se tenia que hacer de la antena. Además,  se desato la crisis económica mundial en el cual también estaba implicado nuestro país, justo seis años después del advenimiento de la radio disminuyendo aun más su compra.

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Con la inauguración de la primera radio en el Perú llamada OAX  durante el gobiernode Leguía, en donde se dispuso que la radio sea administrada por la Marconi pero que tiempo después paso a manos de  otra empresa privada. El gobierno examino los contenidos que ofrecía la radio a los oyentes y raíz de ese análisis el estado cree conveniente imponer control sobre este medio. Es por ello que el régimen militarista peruano jugo un rol fundamental  en el crecimiento, expansión  y desarrollo de la radio.

La radio logra adoptar el término de medio masivo cuando consigue obtener seguidores, y esto se da posteriormente, ya que para la década de los treinta la mayoría de hogares peruanos contaban con el transmisor y esto se debió a la baja de precio de los receptores de la radio y la necesidad de los empresarios por agrandar el mercado de la radio, pues esta se convirtió en un negocio rentable, en una increíble fuente de ingreso en donde todos la escuchaban y formaban parte de ella. Quien no tenia radio en casa, no sabía ni se enteraba de la verdad.

  La estrategia que utilizaron los mandatarios del siglo pasado fue fomentar el nacionalismo a través de la música del pueblo  (vals criollo, la música andina) como un medio de generar una reivindicación en cuanto a una identidad cultural que se estaba perdiendo pero a la vez como un medio propagandístico del partido político  que estuviera al mando de la nación, con la única finalidad de ostentar una mayor cantidad de adeptos.

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Y es lo que se sigue forjando hasta el día de hoy, los lideres políticos, los medios de comunicación continúan formando fachadas periodísticas a través de temas irrelevantes, de música, de entretenimiento, de espectáculo, entre otras y son muy escasas aquellas emisoras radiales  que promuevan el crecimiento educativo-participativo o de responsabilidad social para la coyuntura nacional. La situación económica, política, social y cultural del Perú desde hace menos de un siglo es casi o exactamente igual a la que existe actualmente, diferenciándose  exclusivamente en cuanto al avance tecnológico. Somos nosotros quienes nos dejamos sucumbir ante una realidad formada, que por más que sea notoria tratamos que pase como desapercibida. Y de seguir así nuestro futuro no lograra ningún cambio positivo y lo que es peor aun, de las pocas radios que cumplen el rol comunicacional que verdaderamente se en necesita nuestro país, es muy probable que lleguen a desaparecer.

Una sola radio comercial puede logra alcanzar  una mayor captación de público objetivo entre diez radios educativas y el problema radica en que aun no se ha podido establecer una conexión entre la educación y la comunicación. La educación como proceso de comunicación, es decir, diálogo, reflexión colectiva, puesta en común, participación, es indispensable en una sociedad donde la escuela ya no es la que “forma” al individuo como se creía tradicionalmente.  La escuela no solamente no forma, sino que tampoco deforma. Su influencia actual es limitada, porque se ha quedado al margen de una sociedad donde los individuos y las comunidades están sometidos permanentemente a otras influencias que contribuyen en su formación. Es por ello que es vital que la radio genere ciudadanía, ciudadanos pensantes, que no solo quieran cambio, sino que lo hagamos posible pero esto se conseguirá con el apoyo de la EDUCACIÓN.